domingo, 15 de mayo de 2016

Día 02- Tokyo (Akihabara, Ueno, Ikebukuro)

¡Hola de nuevo!

Primer día completo en Tokyo y, para variar, nos hemos obligado a madrugar. El plan de hoy se dividía en tres partes:

  • Zona de Akihabara, una de las zonas "otaku" de la ciudad
  • Ueno Park, con sus jardines, estanques y templos
  • Ikebukuro, una amplia zona comercial con el emblemático Sunshine City building

Así que tras levantarnos pronto y desayunar al puro estilo japonés cerca del hotel, nos hemos dirigido hacia la primera parada. Me ha hecho gracia ver que en el metro hay una grabación recurrente de pájaros cantando. Muy relajante, si no fuera porqué son tres segundos sólo y a uno se le acaba metiendo bien adentro de la cabeza, pero no deja de ser algo diferente de la ciudad :-)

Una vez en la zona de Akihabara, nos hemos encontrado con una primera realidad. El domingo a las 8.30-9hrs, en esa área al menos, está desierto. Parecía un paisaje post-apocalíptico, pudiendo contar las personas en la calle con la mano. He mirado varias veces la hora por si acaso, pero así era. Los comercios abren a las 10 de la mañana aunque hemos tenido suerte y a alguno le ha dado por madrugar más. La segunda sorpresa ha sido ver como decenas de jovencitos japoneses hacen cola para entrar en centros recreativos donde sólo se puede "jugar" al gancho -ver PD-, el típico juego donde pones una moneda e intentas coger un muñeco o similar. Me ha parecido algo surrealista, pero lo mismo deben pensar ellos de algunos de algunas de nuestras costumbres domingueras.


Detalle de las calles de Akihabara y sus colas de 'otakus'

¿Y qué hemos hecho nosotros? Pues pasear un poco, sacarnos el Japan Rail, visitar un Gundam Café -un café ambientado en las series típicas de robots que ha resultado ser normalillo-, ver tiendas 'otakus' de todo tipo y, a la que hemos visto que el barrio se empezaba a llenar cual estadio de fútbol, nos hemos ido. ¡Ah! Y antes de desaparecer hemos hecho un "purikura", que vienen a ser fotografías retocadas, para empaparnos de cultura local. Una experiencia menos ;-)


Galerías interminables de "ganchos" y el resultado del "purikura" ;-)


Herbie haciendo amigos en el café Gundam -¡y celebrando la liga!-

Otro tema interesante es ver como, cada vez que Noe intenta hablar en japonés, el individuo local se anima y pasa a hablar muy rápido y hacer frases kilométricas, a las que Noe afirma con una sonrisa en la boca... pero sin entender todo lo que dicen. De un extremo al otro vamos. Porqué hablar inglés, lo que se dice inglés, lo hablan más bien poco (alguno se ha echado a sudar y ha ido a buscar a un compañero). Eso sí, amables lo son un rato y se desviven por ayudarte con las maletas, orientarte -aunque ni ellos sepan donde vas- o tratarte con el más absoluto respeto. Da gusto. 


Cómo veis a los japoneses también les confunde su metro... ¡es fácil perderse!

Al llegar a Ueno Park -tras otra dosis de metro- hemos cogido rumbo al Amekoyo, un mercadillo lleno de puntos de venta de comida recién hecha y materia prima fresca, así como pequeñas tiendas. Allí nos hemos parado a comer, para cargar fuerzas antes de empezar la ruta de los templos. Tras esto hemos ido directos al templo de Benten Do, el primero de los muchos templos que veremos en el país, y que está al lado de un lago donde la gente acostumbra a alquilar barcas -en forma de pato- para dar una vuelta con sus seres queridos. A la entrada de los templos hay que lavarse las manos y se exige mucho respeto -normalmente se entra descalzo-, además de poder dejar mensajes con peticiones (ver foto).


Detalles de Amekoyo y la comida... ¡muuuucha gente!


Los primeros templos... estatuas, ofrendas y peticiones

La ruta ha incluido muchas paradas: el templo de Kaneiji, el cementerio de Yanaka, el templo de Tennoji o la conocida Yanaka Ginza Street, donde hay un montón de establecimientos que venden tazas de té y teteras. Una buena caminata que nos ha requerido callejear mucho, aunque quizás tuviéramos de haber paseado más dentro del parque. ¡No hay tiempo para todo! Añadir que en el lavabo me he encontrado un cartel de "prohibido pilotar drones en la zona"... no quiero pensar por qué este tipo de carteles se cuelgan dentro del baño.


El lago frente al Templo de Benten Do... un buen lugar para relajarse :-)


Templo de Kaneiji, cementerio de Kanaka y Yanaka Ginza Street

El siguiente punto en la ruta de hoy ha sido la zona de Ikebukuro. Se trata de una zona comercial donde se pueden encontrar tiendas 'otaku' y similares -en Otome Road- y, además, se puede encontrar el edificio Sunshine City. Dentro hay muchas actividades para todas las edades -además de tiendas-, pasando por un acuario, dos parques (J-World y Namja Town) y un observatorio (Sky Circus). Nosotros hemos optado por los dos últimos, tras parar a hacer un café/té en un local hawaiano para reponer fuerzas... que de hawaiano sólo tenía el nombre.

El mejor de los dos pasatiempos ha sido el primero, el Sky Circus. Hemos tenido la fortuna de subir al observatorio cuando se ha empezado a poner el sol, por lo que la luz y las vistas eran fantásticas. También hay variedad de actividades -incluyendo atracciones con gafas 3D de realidad virtual- que hacen muy amena la visita. Una de ellas -el cañón- no la hemos podido disfrutar, pero la otra ha sido muy pero que muy entretenida... ¡daba cierta impresión! 


Vistas del atardecer sobre Tokyo :-)

Luego nos hemos ido al Namja Town. La ambientación era espectacular, pero hay dos cosas a tener en cuenta. Primero, si no hablas japonés estás vendido. Casi todas las atracciones requerían hablar perfectamente japonés y raramente ofrecían doblaje de algún tipo, con excepciones. Segundo, si bien es una curiosidad, es para un público algo más adolescente... pero como somos niños en el fondo, nos lo hemos pasado bien. El tipo de atracciones era muy variopinta, basándose en juegos de realidad aumentada y similares que tan raros son en 'casa'. También hemos visto algún adulto tremendamente metido en el papel de los juegos que nos ha hecho preocupar. Pero al final lo importante es que nos hemos reído mucho persiguiendo monstruos imaginarios, transformándonos en zombies y "exterminando" mosquitos gigantes... como pasatiempo, original lo ha sido un rato. 


Namja Town, su mascota y su oferta culinaria... ¡el oso es una crepe!

Comentar que la mascota del local es un gato -ver foto-. Me ha hecho gracia porqué entre los cafés de gatos -donde pagas por acariciar gatos-, la cantidad de gente que he visto por la calle haciéndole fotos a gatos y que todos los personajes principales del parque eran gatos... ¡preocupa un poco! ¡No habrá más animales que ese en el reino animal! Al final hemos cenado allí, puesto que tienen pequeños locales especializados en Gyoza y postres, y luego nos hemos ido de vuelta hacia el hotel.

Y mañana... ¡ya veremos! Tenemos dos planes según el tiempo, pero ya os contaremos ;-)

¡Un abrazo!


Pd. Me comenta mi amigo Sergio que aunque los tres primeros pisos eran de máquinas gancho, más arriba hay videojuegos y demás recreativas. ¡No me extraña! ¡Sino era incomprensible! :-)

7 comentarios:

  1. Que chula la purikura , me encanta .
    No sabia que les encantan los gatos, son costumbres tan distintas a las nuestras.,..

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    1. Yo cambiaría les "encantan" por les "obsesionan" pero las costumbres son muy distintas sí ;-)

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  2. Noe ya es guapa al natural, así que no hay mucho que retocar, pero Albert ha quedado bellísima en esas a purikuras ;)

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  3. Noe ya es guapa al natural, así que no hay mucho que retocar, pero Albert ha quedado bellísima en esas a purikuras ;)

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    1. Jajajaja. ¡Le encantan! ¡Ya me ha hecho hacer tres! :P

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  4. Jeje le tengo estresado!!! Hasta con cosplay!!!

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  5. Pareceis modelos de anuncio!! Muy guapos los dos, como siempre

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