¡Buenos días a todos!
Hoy volvemos a salir de Tokyo para visitar otra zona de templos -Kamakura, bastante distinta a la de ayer- y una de las ciudades más importantes del pasado del país, Yokohama. Comentar que los posts de ayer y hoy los he subido bastante seguidos, ¡aseguraos de ver el post de Nikko que es una visita preciosa!
Para ello tuvimos que volver a madrugar -como si fuera algo extraño, ya nos conocéis- y embarcarnos en un trayecto de alrededor de hora y media hacia Kamakura. De camino, una recomendación: pararos en la estación de Ofuna para visitar el Ofuna Kannoji Temple. Nosotros no lo hicimos y al pasar vimos una estatua -que ahora sé que mide 25 metros y pesa 1900 toneladas- de Bodhisattva Kannon. ¡Debe valer la pena! Os dejo una foto para vuestra referencia, pero las dimensiones llaman la atención.
Una vez en Kamakura, la ruta que definimos fue la siguiente:
- Hase-dera (Hase Kannon), un templo budista ubicado en la montaña de Kaiko-zan
- Kotokuin, el templo hogar del Gran Buddha de Kamakura
- Tsurigaoka Hachimangu Shrine, el santuario Shinto base de la ciudad
- Pendientes: Hokokuji Temple y su bosque de bambús (espectacular, MUY recomendado) y Kenchoji Temple
La primera cosa que sorprende de Kamakura es que los templos tienen un estilo mucho más "tradicional" que los de Nikko. Son más "cercanos".
El templo de Hase-dera presenta un poco de controversia porqué no es seguro si se erigió en el periodo Tenpyo (729-749DC) o Kamakura (1193-1333DC), pero sea como sea es igualmente precioso. La estatua del Kannon madera del templo es una de las más grandes de Japón (unos 9 metros) y la joya de la corona del templo aunque, como ya sabréis si me leéis con frecuencia, ¡no se puede fotografiar! Esta estatua se encuentra elevada en la montaña, por lo que tocó subir escaleras. Pero lo más bonito fue el trayecto. Estaba plagado de monjes de distintos tamaños y formas (más y menos formales), y las instalaciones son dignas de caminar, con algunos estanques y demás decoraciones budistas. Además hay buenas vistas de la costa y del pueblo desde una pequeña terraza. Me pareció más "natural" que Nikko y más integrado en la naturaleza. ¡Incluso hay una gruta que se puede visitar hendida en la montaña!
Cuando terminamos nos fuimos al templo de Kotokuin, no sin antes parar a comer Jacoyaki -una delicia local- en un "food truck". El templo tiene un único pero importante atractivo, el Gran Buddha, una estatua de bronce de Amida Buddha de las más importantes del país (13 metros, 121 toneladas -está hueca-, la más grande ubicada en el exterior. Tras una buena tanda de fotos accedimos al interior, donde pudimos observar las distintas técnicas aplicadas para asegurarse que resiste un terremoto -que los hay, ¡somos testigos!-.
A partir de aquí empezamos a pasear de camino al siguiente y último santuario, el Tsurigaoka Hachimangu Shrine -núcleo de la ciudad-. Paramos en una pastelería local a probar un dulce de la zona -PopOver- y pedir un té... aunque nos trajeron un café, no sabemos si por despiste de la camarera -que se tomó su rato- o por un resbalón del japonés de Noe. Sea como sea nos causó unas carcajadas. Una vez en el santuario, ¡fuimos testigos de una boda! Aunque se casaban entre la multitud, fue un espectáculo ver el desfile de monjes, músicos e invitados -pocos-. Nos fue bien, porqué la gente se aglutinó alrededor del pequeño "templo" y eso liberó de turistas el resto de la zona. El santuario es muy bonito y tiene un pequeño lago y algún sitio para tomar algo. ¡Buena visita!
Además de lo ya comentado, algunas cosas me llaman la atención de Kamakura. He visto más "inglés" -carteles, etc- que en Tokio y de hecho hablan mejor inglés, ¿alguien lo entiende? ¡Ah! Y está lleno de "carreteros" que ejercen de taxistas... y corren MUCHO. De hecho parecían atletas y llevaban la espalda un poco quemada, fruto de remolcar turistas a todas horas. Nos encontramos uno en particular que llevaba dos chicas enfundadas en trajes tradicionales y que empezaron a posar para nosotros, aunque no me lo esperaba y tuve que reaccionar rápido. "Fotografía a mis princesas", decía, "¿has visto qué músculos?", señalaba -y se reía solo, a la vez que me recordaba a otro amigo y compañero del trabajo (Presi)-. También vimos mucha chica vestida en Yukata (traje tradicional), igual por ser fin de semana. Antes de dejar el pueblo comimos en un pequeño local para 8 personas -cuyo nombre buscaré-. Riquísimo y muy económico. Al salir le dije que todo está buenísimo en japonés y le hizo mucha ilusión... ¡me voy espabilando bien la lengua!
De Kamakura nos fuimos en tren a Yokohama. En el tren vimos algo típico aquí: niños de 5-6 años que hacen trayectos de larga distancia solitos. ¡Llama mucho la atención! Una vez en la ciudad, la ruta fue la siguiente:
- Barrio chino (chinatown)
- Bahia futurista de Yokohama
- Museo Cup Noodles (¡o lo intentamos!) y parque de atracciones
El barrio chino es muy característico y está lleno de manjares del país, ¡y muy buenos! Tengo el recuerdo reciente de Shanghai y tengo que decir que lo que probé en Chinatown estaba a un muy buen nivel. Destacar los Nikuman y los Kakigori (con hielo fileteado que no triturado). También había un montón de comida con forma de animales. Además la mayoría de locales ofrecían degustación de comida y bebida, por lo que no invertimos mucho en gastronomía ;)
La siguiente parada fue la bahía futurista de Yokohama. ¡Muy bonita! Aunque tengo que decir que la zona del muelle recuerda mucho a Barcelona o a los Piers de Estados Unidos. ¡Incluso nos topamos con un mercadillo -con degustaciones y muestras gratis, de nuevo- y con un festival en vivo! -GreenRoom Festival, cerrado pero con la música tan alta que no hacía falta estar dentro; muy veraniego ya-. También aprovechamos para estirarnos un poco en la hierba y descansar, que buena falta nos hacía. La última parada la hicimos en el museo Cup Noodles -que cerró 4 minutos antes de llegar y que no pudimos visitar- y el parque cercano -Cosmoworld-, aunque sólo paseamos. Creo que hemos sido afortunados de venir un sábado, ¡estaba todo el puerto muy animado! (conciertos, mercado... ¡ambiente muy festivo!). Recomendaría hacer lo mismo si venís.
Ya en Tokio de vuelta -última noche- cenamos cerca del hotel. Comimos muy bien, en un restaurante llamado Sakura. Había barra libre de bebidas -por si vais- y las chicas iban bastante ligeritas de ropa... ¡parecía un café de maids! Y cuando alguien hacía el primer brindis, se tenía que gritar... ¡Kanpai! Así que fue todo un espectáculo :-)
¡Pues aquí acaba el día! Perdonad la extensión pero ha sido una jornada intensa, y una de las mejores del viaje. ¡Mañana nos vamos hacia Hakone! A disfrutar de los baños termales -onsen- y a vestirnos con trajes tradicionales ;-)
¡Un abrazo!
Hoy volvemos a salir de Tokyo para visitar otra zona de templos -Kamakura, bastante distinta a la de ayer- y una de las ciudades más importantes del pasado del país, Yokohama. Comentar que los posts de ayer y hoy los he subido bastante seguidos, ¡aseguraos de ver el post de Nikko que es una visita preciosa!
Para ello tuvimos que volver a madrugar -como si fuera algo extraño, ya nos conocéis- y embarcarnos en un trayecto de alrededor de hora y media hacia Kamakura. De camino, una recomendación: pararos en la estación de Ofuna para visitar el Ofuna Kannoji Temple. Nosotros no lo hicimos y al pasar vimos una estatua -que ahora sé que mide 25 metros y pesa 1900 toneladas- de Bodhisattva Kannon. ¡Debe valer la pena! Os dejo una foto para vuestra referencia, pero las dimensiones llaman la atención.
Una vez en Kamakura, la ruta que definimos fue la siguiente:
- Hase-dera (Hase Kannon), un templo budista ubicado en la montaña de Kaiko-zan
- Kotokuin, el templo hogar del Gran Buddha de Kamakura
- Tsurigaoka Hachimangu Shrine, el santuario Shinto base de la ciudad
- Pendientes: Hokokuji Temple y su bosque de bambús (espectacular, MUY recomendado) y Kenchoji Temple
La primera cosa que sorprende de Kamakura es que los templos tienen un estilo mucho más "tradicional" que los de Nikko. Son más "cercanos".
El templo de Hase-dera presenta un poco de controversia porqué no es seguro si se erigió en el periodo Tenpyo (729-749DC) o Kamakura (1193-1333DC), pero sea como sea es igualmente precioso. La estatua del Kannon madera del templo es una de las más grandes de Japón (unos 9 metros) y la joya de la corona del templo aunque, como ya sabréis si me leéis con frecuencia, ¡no se puede fotografiar! Esta estatua se encuentra elevada en la montaña, por lo que tocó subir escaleras. Pero lo más bonito fue el trayecto. Estaba plagado de monjes de distintos tamaños y formas (más y menos formales), y las instalaciones son dignas de caminar, con algunos estanques y demás decoraciones budistas. Además hay buenas vistas de la costa y del pueblo desde una pequeña terraza. Me pareció más "natural" que Nikko y más integrado en la naturaleza. ¡Incluso hay una gruta que se puede visitar hendida en la montaña!
Entrada del templo de Hase-dera... ¡una gran sorpresa del viaje!
Estatus típicas de monjes de distintos tipos y formas... ¡estaba el bosque lleno!
Algunos detalles del templo y la cuesta que hemos tenido que subir para ver las vistas de Kamakura
¡En la terraza del templo! ¡Con vistas al mar y a Kamakura! :-)
Zona lateral del templo... ¡cerca había la entrada la cueva!
Detalles de la parte final del templo y la gruta comentada :-)
Cuando terminamos nos fuimos al templo de Kotokuin, no sin antes parar a comer Jacoyaki -una delicia local- en un "food truck". El templo tiene un único pero importante atractivo, el Gran Buddha, una estatua de bronce de Amida Buddha de las más importantes del país (13 metros, 121 toneladas -está hueca-, la más grande ubicada en el exterior. Tras una buena tanda de fotos accedimos al interior, donde pudimos observar las distintas técnicas aplicadas para asegurarse que resiste un terremoto -que los hay, ¡somos testigos!-.
¡Nosotros con el Gran Buddha! Espectacular gigante del templo de Kotokuin
A partir de aquí empezamos a pasear de camino al siguiente y último santuario, el Tsurigaoka Hachimangu Shrine -núcleo de la ciudad-. Paramos en una pastelería local a probar un dulce de la zona -PopOver- y pedir un té... aunque nos trajeron un café, no sabemos si por despiste de la camarera -que se tomó su rato- o por un resbalón del japonés de Noe. Sea como sea nos causó unas carcajadas. Una vez en el santuario, ¡fuimos testigos de una boda! Aunque se casaban entre la multitud, fue un espectáculo ver el desfile de monjes, músicos e invitados -pocos-. Nos fue bien, porqué la gente se aglutinó alrededor del pequeño "templo" y eso liberó de turistas el resto de la zona. El santuario es muy bonito y tiene un pequeño lago y algún sitio para tomar algo. ¡Buena visita!
Algunas de las chicas que paseaban por el jardín, vestidas con Yukata
Paseo nupcial hacia el templo -aquí se ven los monjes que oficiaban la ceremonia-
Detalles del santuario y la boda que oficiaban
-en medio arriba, el guardia parece que haga 'break dance' pero nos indica por donde ir, ¡están por todas partes!-
-en medio abajo, lavándome las manos antes de entrar a un templo... ¡el ritual se hace en todos los templos!-
- a la izquierda abajo, los músicos de la boda que tenía lugar en el santuario-
- a la izquierda abajo, los músicos de la boda que tenía lugar en el santuario-
Además de lo ya comentado, algunas cosas me llaman la atención de Kamakura. He visto más "inglés" -carteles, etc- que en Tokio y de hecho hablan mejor inglés, ¿alguien lo entiende? ¡Ah! Y está lleno de "carreteros" que ejercen de taxistas... y corren MUCHO. De hecho parecían atletas y llevaban la espalda un poco quemada, fruto de remolcar turistas a todas horas. Nos encontramos uno en particular que llevaba dos chicas enfundadas en trajes tradicionales y que empezaron a posar para nosotros, aunque no me lo esperaba y tuve que reaccionar rápido. "Fotografía a mis princesas", decía, "¿has visto qué músculos?", señalaba -y se reía solo, a la vez que me recordaba a otro amigo y compañero del trabajo (Presi)-. También vimos mucha chica vestida en Yukata (traje tradicional), igual por ser fin de semana. Antes de dejar el pueblo comimos en un pequeño local para 8 personas -cuyo nombre buscaré-. Riquísimo y muy económico. Al salir le dije que todo está buenísimo en japonés y le hizo mucha ilusión... ¡me voy espabilando bien la lengua!
El carretero cachondo y sus modelos japonesas -sus princesas, decía-
Mirad lo de atrás y decidme si vale la pena poner tanto paso de cebra o rallarlo todo, por favor
Mirad lo de atrás y decidme si vale la pena poner tanto paso de cebra o rallarlo todo, por favor
¡Comida del día! Poca variedad pero mucha calidad, ¡y muy agradables!
Después de ver tantas tiendas de Totoro en Japón, tenía que poner alguno :-)
De Kamakura nos fuimos en tren a Yokohama. En el tren vimos algo típico aquí: niños de 5-6 años que hacen trayectos de larga distancia solitos. ¡Llama mucho la atención! Una vez en la ciudad, la ruta fue la siguiente:
- Barrio chino (chinatown)
- Bahia futurista de Yokohama
- Museo Cup Noodles (¡o lo intentamos!) y parque de atracciones
El barrio chino es muy característico y está lleno de manjares del país, ¡y muy buenos! Tengo el recuerdo reciente de Shanghai y tengo que decir que lo que probé en Chinatown estaba a un muy buen nivel. Destacar los Nikuman y los Kakigori (con hielo fileteado que no triturado). También había un montón de comida con forma de animales. Además la mayoría de locales ofrecían degustación de comida y bebida, por lo que no invertimos mucho en gastronomía ;)
Vista del barrio, kakigori "fileteado", comidas con caras y super nikuman
Más barrio, más comida con forma de animal y un panda que ya lleva muchos años abriendo y cerrando la tapa de la caja de arroz -"mátame", me susurraba- (es que daba mucha pena el muñeco ya)
La siguiente parada fue la bahía futurista de Yokohama. ¡Muy bonita! Aunque tengo que decir que la zona del muelle recuerda mucho a Barcelona o a los Piers de Estados Unidos. ¡Incluso nos topamos con un mercadillo -con degustaciones y muestras gratis, de nuevo- y con un festival en vivo! -GreenRoom Festival, cerrado pero con la música tan alta que no hacía falta estar dentro; muy veraniego ya-. También aprovechamos para estirarnos un poco en la hierba y descansar, que buena falta nos hacía. La última parada la hicimos en el museo Cup Noodles -que cerró 4 minutos antes de llegar y que no pudimos visitar- y el parque cercano -Cosmoworld-, aunque sólo paseamos. Creo que hemos sido afortunados de venir un sábado, ¡estaba todo el puerto muy animado! (conciertos, mercado... ¡ambiente muy festivo!). Recomendaría hacer lo mismo si venís.
Noemí fotografiando mi modalidad de "ahorro de energía"
Detalles de la bahía futurista.. ¡concierto inclusive!
Al museo de Cup Noodle no hemos llegado pero la foto no ha faltado :-)
Detalles del parque de atracciones y alrededores
Ya en Tokio de vuelta -última noche- cenamos cerca del hotel. Comimos muy bien, en un restaurante llamado Sakura. Había barra libre de bebidas -por si vais- y las chicas iban bastante ligeritas de ropa... ¡parecía un café de maids! Y cuando alguien hacía el primer brindis, se tenía que gritar... ¡Kanpai! Así que fue todo un espectáculo :-)
Cartel de Shinjuku de la estación de Shinjuku -zona sureste-
¡Última cena cerca del hotel! Lo echaremos de menos :-)
¡Pues aquí acaba el día! Perdonad la extensión pero ha sido una jornada intensa, y una de las mejores del viaje. ¡Mañana nos vamos hacia Hakone! A disfrutar de los baños termales -onsen- y a vestirnos con trajes tradicionales ;-)
¡Un abrazo!
Preciosos los templos y los jardines y el Buda dentro de la cueva tan cercano .....
ResponderEliminarQue suerte ver la boda tipica japonesa , todos con Kimonos , que filigrana de peinados , mira decía Tomoko que peinar y vestir a una novia era un trabajo de 5 horas.
Me sorprende que hablen mejor el ingles que en Tokio , pero tal vez la zona sea mas turistica ?
En fin veo que ha sido un dia diferente y a ti Albert ir en un barco pirata siempre te ha gustado ....
Seguid escribiendo 😘
Hoy ha sido el mejor día desde que estamos en Japón, todo ha sido completamente precioso.
EliminarLa boda ha sido bonita pero... pobres. Decenas de personas mirando como te casas -que no conoces de nada- no debe ser muy agradable... por eso nos hemos ido rápido.
Sobre el inglés, digo que lo hablan mejor fuera de hoteles, donde normalmente lo hablan bien. En restaurantes y paradas / tiendas se defendían bien, lo que no ocurría en Tokio. Igual es aleatorio :)
¡Un abrazooooooo!
Súper interesante Cannon, para los chinos kwan Yin se asocia con la compasión.
ResponderEliminarUna de las formas más espirituales q hacemos en Taitxi es la de Kwan Yin.
Calma la mente y eleva el Shen o espíritu.
Las atracciones me dan miedo, vértigo, terror. Me quedo con los monasterios
¡No lo sabía! Gracias por la información.
EliminarY... ¡hay que hacer de todo! Pero los monasterios son propios de aquí y es lo que priorizamos, atracciones hay en más sitios :)