domingo, 22 de mayo de 2016

Día 09- Hakone y Onsens (Relax)

¡Ohayo Gozaimasu! -o buenos días-

Hoy ha llegado el día de relajarnos un poco y empezar a disfrutar de los baños termales japoneses (onsen). Por este motivo, nos hemos desplazado a la zona de Hakone. Se trata de un pueblo balneario situado en una montaña, cuya popularidad data del siglo IX. La zona se haya sobre un antiguo volcán, activo hasta hace 3000-4000 años, que dejó como legado unos manantiales termales y chimeneas de vapor.

Aunque obviamente el objetivo era disfrutar de las oportunidades de relajación de la zona, y ya nos conocéis, también nos buscamos la vida para hacer algo de turismo. De aquí que hoy hayamos visitado lo siguiente:

- Owakudani, es una zona de chimeneas de vapor sulfúrico en la cresta de una montaña
- Lago Ashi, un gran lago que conecta la zona de Owakudani con Hakone Machi
- Hakone Machi (Hakonemachi-ko), donde se haya una réplica de la barrera Sekisho para vigilar rutas comerciales
- Motohakone, una pequeña localidad con museos y una casa de té (Amazake-Chaya)

Con esta idea en mente, esta mañana hemos abandonado nuestro cálido hotel en Tokio (Tokyu Stay Shinjuku), que recomendamos mucho. Primero hemos registrado nuestras maletas en el servicio de Kuroneko Yamato -en el mismo hotel- para que nos las transporten a Kioto y así evitar ir cargando con ellas, cogiendo lo necesario para dos días. Nos esperaba por delante una ruta de tres horas de trayecto con dos cambios de tren, incluido un tren cremallera. La ruta ha sido Shinjuku - Odawara - Gora - Souzan. Además hemos sufrido nuestro primer retraso (15 minutos), cosa poco habitual en los trenes de aquí. Para toda esta experiencia se recomienda coger el Hakone Pass. Sale a cuenta si lo combinas con el Japan Rail Pass (JR), y así lo hemos hecho.


¡Último desayuno en el hotel! Huevos revueltos a la japonesa, hamburguesa y curry :-)

Al llegar a Gora hemos cogido el tren cremallera -que subía haciendo zig-zag- hasta Souzan, y allí hemos encontrado un primer problema... en este viaje la naturaleza está jugando un papel activo (lluvia, terremoto) así que esta vez... ¡el volcán estaba contaminando la zona con cenizas volcánicas! Esto implica que (A) ya no podríamos visitar bien Owakudani y (B) nos íbamos a quedar sin el plato estrella de la zona, ¡los huevos negros! Así que hemos comprado un buen plato de arroz con curry en un "food truck" ubicado en la estación y hemos subido en teleférico hasta Owakudani, donde podríamos ver la zona SIN salir de la estación. También nos han dado pañuelos para la boca para poder respirar bien -un poco exagerados si me preguntáis-. Como curiosidad, en el teleférico había cartelitos para hacerse fotos, cual fotomatón. Están en todo esta gente.


La zona de Owakudani y las cenizas volcánicas "in the air"... no nos han dejado salir :-(


Foto desde el teleférico con los adornos que ponían a tu disposición -están fatal como veis-


Mil advertencias que no saldríamos de la estación y del problema volcánico... si no se puede no se puede

A la vuelta hemos cogido el teleférico hasta abajo del todo -Togendai-, donde se encuentra el Lago Ashi y el puerto. Había una tienda con cosas muy raras -botellas en forma de Son Goku o Doraemon, mochis negros, kit kats de pastel de queso- y un puesto para hacerse fotos disfrazado de capitán -ya sabéis donde he acabado, claro-. Luego hemos decidido embarcarnos en el paseo en barco, barco que además de ser enorme era como un antiguo galeón -como veréis en la foto-. Había la posibilidad de pagar algo más para tener más espacio, cosa que es totalmente innecesaria -al menos en Mayo-. El trayecto no es nada del otro mundo pero ofrece vistas del lago y algún templo, además de tiempo para relajarse y hacer un poco el ganso en el barco.





Detalles de la ruta en barco, ¡como veis no nos aburrimos!

En el puerto de Hakonemachi-ko hemos encontrado poca cosa. Así que nos hemos puesto en marcha -vía bus- hacia Motohakone. Al llegar hemos visto pequeños supermercados, algunas zonas con figuras de monjes y algún tori que cubría la carretera principal. Caminando hacia dentro del pueblo nos hemos encontrado alguna casa preciosa. Aquí hemos intentado sacar dinero -cosa que llevamos haciendo todo el día- pero no ha habido manera. No todos los ATM permiten extraer dinero con tarjetas no-japonesas (o chinas), ¡así que no apuréis! -de hecho si no hay idioma "inglés" ya os podéis ir, ¡no suele funcionar!-, Los "buenos" suelen estar en los supermercados -combinis- o oficinas de correos.


Toris decorando la carretera. Como veis los toris están bien integrados en la modernidad japonesa


El lago Ashi al atardecer. Vereis un tori a la derecha -a lo lejos-


Detalles de Motohakone, sus casas, sus espacios de oración y mis apreciados cajeros -en japonés-

Al final hemos cogido el bus hacia el onsen (Mikawaya Ryokan). ¡Me ha sorprendido ver como cuida el conductor de la gente y cuantos pulsadores para bajar hay! En estos buses regionales se paga al bajar, según la distancia recorrida, con lo que hay que acordarse de donde has subido (hay unos tickets en la entrada) o llevar el Hakone Pass -que lo cubre todo-.


Si bajáis ahora y habéis subido al principio, os tocarían pagar 420 yenes (unos 4 euros) por ejemplo

El onsen es espectacular. Nos han hecho descalzar nada más llegar -se tiene que ir en zapatillas- y nos hemos tomado un té y una pasta japonesa mientras preparaban la habitación. El cuarto es típico japonés, con una entrada para dejar las zapatillas y el resto de la zona cubierta con tatami -hay que ir descalzo-. En el exterior teníamos una pequeña terraza con un onsen particular y un baño "japonesa" (a usar antes del onsen, que consiste en una silla de madera, un cubo de madera y un grifo con ducha; uno se tiene que lavar bien antes de entrar). Lo primero que hemos hecho es ponernos nuestros  yukatas -traje tradicional japonés- e ir a probar el onsen público. Había dos, el de estilo Meiji -más pequeño-, y el grande que es interior y exterior. Recordar que en los onsen te bañas desnudo, por lo que hombres y mujeres van separados -aunque los hay mixtos, pero es muy raro de encontrar-. El proceso es: llegar a la antesala y desvestirse, dejar la toalla en un cesto, entrar al onsen y lavarse primero con el cazo de agua y la ducha y, una vez limpio, bañarse. El agua del onsen estaba muy caliente,  con lo que cuesta entrar, así como estar mucho rato. Gracias a Dios en el exterior hacia fresquito y se podía aguantar bien.




La recepción del hotel, nuestro té y pastita y algunas fotos de la habitación -con/sin futón-

Tras el baño en el onsen público nos hemos hecho unas cuantas fotos en los yukatas y hemos disfrutado del onsen particular, MUCHO más caliente aún. Mucho. Y a mí me encanta el agua caliente, pero era espectacular. Dicho esto siempre hay un grifo con agua fría y un bastón para mezclar. En la habitación había agua helada y té permanentemente caliente. La cena ha sido magnífica, como si de un gran restaurante se tratara, a base de una decena de pequeños platos y sake frío o caliente, a la propia elección.



Nosotros en Yukata previo baño en el onsen particular... ¡estaba hirviendo!

Algunas curiosidades más del día:

- La abuela que nos acompañaba a las habitaciones era de ascendencia ninja. No se la oía caminar y ha bajado tres pisos más rápido que nosotros en ascensor -y no se la veía cansada-.

- Los futones -las camas para dormir sobre el tatami- las ponen cuando estás cenando. La habitación va "cambiando" cuando no estás, pero nunca ves a nadie.

- En el baño he conocido a un japonés que vive en Oregón, Ito, que trabaja en una compañía electrónica -que además compró una fábrica de HP por ahí, me contaba-. Sus tres hijos viven en Barcelona, también es casualidad. Dos eran pianistas y me pareció entender que uno era conductor de algún deporte, pero no me quedo del todo claro. Se hace bastante raro hablar con alguien desnudo, la verdad :-)


El exterior del hotel de noche

¡Y con esto terminamos el día! Antes de dormir hemos aprovechado el rato viendo el capítulo retrasado de Games of Thrones -que teníamos mono- y cruzado los dedos para el partido de la copa del rey -que no iba a ver-. ¡Veremos qué ocurre!

¡Un abrazo!

6 comentarios:

  1. ¡Qué buena pinta tiene ese onsen! Se os ve súper estresados ;)

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    1. Jajaja, la verdad es que no. ¡Ha sido genial! Hoy estamos en otro onsen en Takayama, pero no es tan chulo como el de ayer, jejeje. Aunque la habitación es enorme :O

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  2. Que pasada las cenizas del volcan Oeankudani , con lo que a mi me gustan los volcanes y la foto de capitan estas guapisimo ...... Pareces Pinkerton el teniente de marina delos EEUU de Madame Butterfly.
    Bueno y la casita del te y baños indescriptible ....
    Me va gustando Japon.

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    1. Lo de las cenizas ha estado bien pero nos ha fastidiado un poco la subida, jejeje. No hemos podido ver la zona de Owakudani ni probar los huevos negros... ¡no se puede tener tanta suerte! Jejeje. Primero terremoto y ahora esto.

      El onsen de Hakone ha sido espectacular, mejor que el que he posteado hoy. Muy muy bonito y el trato perfecto. La comida era exquisita.

      Lo del capitán... tenías chaquetas, sombreros y demás para disfrazarte y hacer el burro. Piensan en todo :P

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  3. Qué maravilla, me gusta todo!! La fotografía nocturna de vuestro hotel sería para hacer un póster o presentarla a algún concurso. Transmite mucha paz. Aunque el taitxi sea chino, aprovecharía la noche y los lugares para practicar y sentir q formas parte de un lugar tan extraordinario.

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    1. ¡Gracias! La noche en locales como este es tranquila por estar en medio de la montaña. ¡Estoy seguro que sería una buena idea! :)

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