lunes, 30 de mayo de 2016

Día 16- Hiroshima y Miyajima

¡Hola a todos!

Hoy hemos sido víctimas del segundo diluvio universal, siendo el día que más ha llovido con mucha diferencia desde que estamos en Japón. Yendo con Noe y con la lluvia que caía solo nos faltaba la gran barca y las parejas de animales. "Pero Albert, ¿otra vez mal tiempo en Kioto?" -pensaréis-. ¡Pues no! En Kioto hacía un sol radiante, de aquellos que las lagartijas salen a estirarse sobre las piedras y la gente se pone gorras y gafas de sol -o paraguas aquí, que lo llevan para todo-. Donde llovía era en Hiroshima y Miyajima, que es donde hemos estado el día de hoy. La idea era estar la primera mitad del día en Hiroshima y la segunda mitad -y noche- en Miyajima.

Así, hemos cogido el tren y tras tres horas de trayecto hemos llegado a Hiroshima, la capital de la región de Chugoku -al oeste de la isla-, cuyo nombre significa "gran isla". No es muy grande, de hecho tiene una población de alrededor de un millón de personas y, como sabéis, es ampliamente conocida por ser víctima del bombardeo nuclear de la segunda guerra mundial junto con Nagasaki. El plan en la ciudad era:

- Parque Shukkeien, que imita un lago legendario de China -en miniatura-
- Castillo de Hiroshima, un castillo de reducidas dimensiones pero visitable
- Genbaku Dome, el único edificio que resistió el embiste de la explosión nuclear
- Parque Conmemorativo de la Paz (Heiwakinen)


El café de nuestro desayuno -aunque Noe toma té-, ¡en proceso de preparación!

Tras salir de la estación, nos hemos "enfudado" nuestros chubasqueros de cuerpo completo para soportar la lluvia. La primera parada ha sido el Parque Shukkeien, un precioso parque -aunque pasado por agua- construido alrededor de una gran estanque. Nunca había visto tantas carpas, llegando a ver más de cincuenta todas juntas. Aún con la lluvia, hemos podido disfrutar del paseo, habiendo varios sitios para pararse y resguardarse del agua -incluyendo una pequeña casa de tés-. ¡También había una pequeña playa de piedras! Allí hemos visto tortugas grandes y pequeñas, que se acercaban a mirar.





Detalles del parque que, aún con el diluvio, era espectacular... ¡nunca había visto tantas carpas juntas!

Luego nos hemos desplazado al Castillo de Hiroshima. Aunque desde la lejanía impresiona, luego te das cuenta de que se trata de un edificio de 4-5 pisos mucho más pequeño de lo que parece. ¿La ventaja? Es visitable hasta arriba, aunque lo que contiene es un pequeño museo del castillo, armaduras, espadas y algunas curiosidades más. De hecho dentro nos hemos disfrazado de samurai y de "señores feudales". Cayendo la lluvia que caía ha sido un buen pasatiempo. Al salir del recinto hemos visto un grupo de samurais y ninjas en la puerta. Se veían muy auténticos, la verdad. Se trata de un grupo que realiza espectáculos de samurais en Hiroshima -Aki Hiroshima Busho-Tai- pero hoy también han sido víctimas de las precipitaciones y se limitaban a hacerse fotos y repartir panfletos.


El castillo es mucho más pequeño de lo que parece... ¡cinco pisos de nada! -eso sí, resguardo ideal para la lluvia-



¡Disfrazados de samurai y de señor feudal! Como veis a los japoneses les encanta caracterizarse


¡Vistas desde el quinto piso! Un buen mirador totalmente inesperado


Nuestros amigos los samurais (Aki Hiroshima Busho-Tai) en la salida del parque

Y... nos ha entrado el gusanillo. En Hiroshima hay dos cosas muy típicas, ¡el okonomiyaki hiroshima-style y el sake! Así que ya teníamos bien localizado el mejor restaurante de okonomiyaki de la ciudad, "Nagataya". En el local te cocinan el okonomiyaki en unas grandes planchas y luego lo traen a las mesas, donde hay planchas más pequeñas. El hiroshima-style contiene fideos (soba o udon) juntamente con cerdo y otros "toppings" según el que escojas. ¡Espectacular! Aunque hemos hecho una buena cola para entrar, pero ha valido la pena.... ¡y es lo habitual en este lugar!




Detalles del local "Nagataya"... ¡el mejor okonomiyaki que hemos probado! -veremos ahora el Osaka-style-

Del restaurante hemos salido disparados a ver el Genbaku Dome (Hiroshima Peace Memorial o A-Bomb Dome). Originalmente era un edificio usado para investigación comercial y servicios de consultoría pero también se realizaba venta de productos, exhibiciones, ferias y eventos culturales. La bomba detonó 600 metros por encima y 160 metros al sureste del hall, incendiando el edificio al momento -obviamente sus ocupantes fallecieron-. Pero la cúpula principal (dome) y parte del edificio resistió. Aunque hubo mucha controversia sobre si mantenerlo o no como memoria histórica, finalmente se mantuvo exactamente igual que tras la explosión -aún hay rocas en el jardín- y forma parte de la lista de edificios que son Patrimonio Cultural Mundial.


Imagen del A-Dome en la actualidad, conservado intacto tras la explosión de Hiroshima


Imagen del A-Dome tras la explosión, en contraste al resto de la ciudad [fuente: www.ibtimes.co.uk]

La última parada en la ciudad ha sido el Parque Conmemorativo de la Paz (Heiwakinen). Allí queríamos ver el Túnel conmemorativo, el monumento infantil de la paz, la llama de la paz, el cenotafio, los árboles del fénix y -desde fuera- el museo conmemorativo de la paz. Hemos tenido la grandísima fortuna de ser escogidos por un grupo de guías voluntarios en prácticas, que nos han explicado los diferentes memoriales uno por uno. ¡Una gran experiencia! Destacar la historia del monumento infantil de la paz y su protagonista, Sadako Sasaki, que aunque sobrevivió a la explosión nuclear, fue afectada por la radiación posterior y diagnosticada con leucemia. Antes de morir -con doce años- le explicaron que si construía más de 1000 grullas de papel -origami- la leyenda contaba que se le concedería un deseo. Consiguió doblar más de 600 antes de morir, y sus amigos completaron el resto y las enterraron con ella. Esta historia desembocó en la estatua memorial que hoy se encuentra en el parque, donde Sadako alza una gran grulla de papel con las manos. Nos contaron muchas historias más en la visita, pero las dejamos para contarlas en el café cuando volvamos. Sobrecogedor.


Sadako sosteniendo el origami de la grulla, uno de los más de 600 que construyó -en tamaño reducido-

Terminada la visita nos dispusimos a coger el barco hacia Miyajima. La idea era ver algo por la tarde y dormir en la isla, pero el tiempo no lo pensaba permitir. Fue gracioso ver como en el barco, ¡solo éramos dos personas! Una vez llegamos a la isla, empezamos a ver ciervos paseando libremente por la ciudad. Llama mucho la atención porqué no se limitan al área de bosque y parques, sino que vagan libremente por toda la ciudad, sin ningún miedo. A ratos caminan a tu lado, sin hacerte demasiado caso, y se dejan tocar. Son totalmente mansos. La mayoría estaban resguardándose de la lluvia bajo los árboles o bien en las entradas de tiendas u hoteles.



En el viaje del A-Dome (Peace Memorial Park) a Miyajima... ¡íbamos solos! ¡demasiada lluvia!


¡Más ciervos! Y esta vez totalmente integrados en la ciudad, paseando como un habitante más
(y ocupando bancos, paradas de bus, entradas de tiendas, etcétera)

El hotel era mucho más sencillo que los anteriores, pero la localización era perfecta, a menos de 5 minutos de la estación y a la misma distancia del gran tori de Mijashima (O-torii Gate, frente al Itsukushima Shrine). Con la que caía aprovechamos para secarnos un poco y pasarnos por el "onsen" que tenían, que aunque no era agua de manantial, ¡nos sentó fantástico! De nuevo, estábamos solos, lo que está bien sabiendo que uno se baña desnudo. La única salida que hicimos fue para ver el Tori de noche -cuando el agua no lo cubre porqué la marea está baja- y para cenar. Al llover había poca gente haciendo fotos en la zona, lo que nos fue fantástico. Por otra parte fue una pena porqué no vimos la puesta de sol, y ver la salida no es una opción porqué sale por el otro lado. Otro año será. Nos llamó la atención ver como la gente pone monedas en la base del Tori, supongo que con expectativas de pedir deseos, fortuna o algo similar.


Nosotros y el Ootori, separados por el diluvio universal... ¡con marea baja se podía caminar hasta allí!


Detalle del Ootori desde abajo. Ya no es tan "rojo" como debería, como veréis :-)


Las monedas que la gente deja en la base del Ootori -normalmente cubierta por el agua del mar-


Una pequeño edición que he hecho de una de mis fotos... 'ha quedado como si fuera una pintura!
(pero se ve muy claro la que estaba cayendo)

La última parada ha sido el restaurante Mametanuki, uno de los únicos que abre hasta pasadas las 21hrs y uno de los que tiene en la carta como especialidad el Anago -la palabra japonesa para las anguilas marinas / de agua salada-. También hemos comido algo de carne de la zona -aunque hemos probado mejor carne en Japón- y hemos degustado el sake de Hiroshima a través de una pequeña cata, puesto que son populares por ello -hemos probado Kamoizumi Shusen, Kamokinshuu y Houken por orden de preferencia-. ¡Ah! Y no me querría olvidar de otra parada obligatoria en la isla que hemos encontrado de vuelta al hotel... ¡la O-shakushi! La cuchara de madera para servir el arroz más grande del mundo, construida allá por el 1958. Es uno de los símbolos de la ciudad.


¡Nuestra cena de hoy! A base de Anago, Ternera, Arroz y... ¡sake!


La cuchara arrocera más grande del mundo... ¡mide 7.7 metros y pesa 2.5 toneladas!


Como veis los ciervos también se refugian de la lluvia por todas partes... estaba toda la calle igual

¡Y ahora a dormir! A ver si mañana tenemos más suerte con el tiempo :-)

¡Un abrazo!


PD. Hoy estaba tan nublado y había tanta lluvia que he tenido que echar mano del HDR para darle un poco de color a las fotos, espero que no os importe :-)

7 comentarios:

  1. Os habéis echado alguna foto vestidos de Samuráis?

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  2. Jeje no sales con aspecto agrsivo en la foto de Samuray, en cambio como señor feudal se te ve muy complaciente y bondadoso 😜
    Q triste lo de Sadako ... Lástima q los q crean guerras no vayan en primera línea

    Tengo una pregunta, con los ciervos sueltos por la ciudad. No son un peligro para los coches?
    He mirado muchas veces la cafetera, nada q ver con las occidentales. Era bueno el café?

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    1. Jajaja, no me sale de dentro ser agresivo ;)

      La historia de Sadako era bien triste, y como esa hay muchas más. Nos explicaban que explican todas las historias y enseñan todos los memoriales que pueden para hacer entender al mundo que eso no puede ocurrir de nuevo.

      Sobre los ciervos, piensa que Miyajima es en el fondo un pueblo, y las calles para coches son bastante estrechas, con lo que no van demasiado rápido. No vimos protecciones en los coches -como pasaba en Australia por ejemplo-, por lo que entiendo que deben haber pocos accidentes.

      Y sobre la cafetera: yo había visto alguna así en Europa, pero no es lo común. El café era un poco aguado pero era bueno la verdad :)

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  3. Hola. Aunque no suelo publicar comentarios, leo atentamente cada día el blog. Perfecto Albert ya que nos da la sensación que conocemos mucho más el país.
    En cuanto a la cafetera, supongo que es el mismo sistema que entusiasmaba a mi padre por los años 50'. Me lo has hecho recordar. Encontró un ejemplar y no dejaba que nadie más que el lo tocara. Se llama método cafetera Cona y el gusto del café es excelente.
    Os deseo que el viaje siga tan bien como hasta ahora.

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    1. ¡Muchas gracias por el post! Tendré que buscar una de estas cafeteras por Barcelona, por curiosidad.

      Ya nos quedan pocos días, ¡pero esperemos que todo siga bien!

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  4. Que jardines tan bonitos y que luz , es como una postal.
    Estais guapisimos de Samurai y Señor feudal , bueno Noe y tu espléndida
    Es precioso Hiroshima, aunque sea bajo la lluvia y con tus explicaciones estoy empezando a conocer Japon y ME GUSTA , pensaba que nunca lo diria ,pero si .

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